Las relaciones interpersonales son dinámicas y, por lo general, tienen mucha carga emocional. Esto implica una amplia gama de conflictos potenciales, especialmente en las relaciones con experiencias íntimas. Por lo general, los más estresantes están relacionados con:
- separación
- divorcio
- violencia domestica
- dependencias
- problemas familiares (padres-hijos)
Aunque generalmente no haya un diagnóstico detrás, los problemas de relación a menudo están marcados por una estructura de personalidad específica que forma temas y comportamientos recurrentes que la pareja experimenta como problemáticos.
Tratar estos temas depende de la estructura de la personalidad y la compatibilidad entre las dos (o más) partes. En la primera sesión, se realiza una evaluación y se planifican pruebas de personalidad para determinar el mecanismo para la formación de dinámicas interpersonales. La siguiente etapa es un plan terapéutico que establece futuros ajustes de comportamiento.